Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?
Dios, que no perdonó a su propio Hijo sino que lo entrego por todos nosotros
¿Cómo no nos va a conceder él cualquier cosa?
¿Quién acusará a los elegidos de Dios sabiendo que es él quien los hace justos?
¿Quién los condenará? ¿Acaso será Cristo Jesús,
el que murió, más aun el que resucitó y está a la derecha de Dios
rogando por nosotros?
¿Quién nos separará del amor de Cristo?
¿Las pruebas o las angustias, la persecución o el hambre, la falta de ropa, los peligros o la espada?
Pero no, en todo esto triunfaremos gracias al que nos amó.
Estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los poderes espirituales, ni el presente, ni el futuro, ni las fuerzas del universo, sean de los cielos, sean de los abismos, ni criatura alguna, podrá apartarnos del amor de Dios, que encontramos en Cristo Jesús, nuestro Señor.
Palabra de Dios.