Mientras tanto, los padres habían salido de la habitación. Entonces Tobías dijo a Sara:
Levántate hermana y oremos, para que el Señor tenga piedad de nosotros”.
Luego dijo Tobías:
“Bendito seas, Dios de nuestro padres y bendito sea tu Nombre santo y glorioso por los siglos;
que los cielos y todas tus criaturas te bendigan. Tú creaste a Adán y le diste a Eva, su mujer
como ayuda y compañera, para que de los dos naciera la raza humana.
Tú dijiste: No está bien que el hombre este solo, démosle una compañera semejante a él. Ahora
Señor, tomo a mi hermana con recta intención y no buscando el placer. Ten piedad de nosotros
y que podamos llegar juntos a nuestra ancianidad”.
Palabra de Dios.