El Vaticano ha presentado Un nuevo documento del Santo Padre como conclusión del Año de la Misericordia
Esta Carta apostólica, ‘Misericordia et Misera’, firmada por el Papa tras la clausura de la Puerta Santa, quiere recordar que la misericordia es una de las actitudes propias del cristiano e invita a que se viva tan intensamente como durante el Jubileo.
“La misericordia no puede ser un paréntesis en la vida de la Iglesia, sino que constituye su misma existencia, que manifiesta y hace tangible la verdad profunda del Evangelio. Todo se revela en la misericordia; todo se resuelve en el amor misericordioso del Padre”, afirma el Papa en la misma.
Texto de la Carta apostólica ‘Misericordia et misera’
La misericordia es la disposición a compadecerse de los sufrimientos y miserias ajenas. Se manifiesta en amabilidad, asistencia al necesitado, especialmente en el perdón y la reconciliación. Es más que un sentimiento de simpatía, es una práctica. En el cristianismo es uno de los principales atributos divinos. La misericordia es también un sentimiento de pena o compasión por los que sufren, que impulsa a ayudarles o aliviarles; en determinadas ocasiones, es la virtud que impulsa a ser benévolo en el juicio o castigo. Su etimología, del latín misere (miseria, necesidad), cor, cordis (corazón) e ia (hacia los demás); significa tener un corazón solidario con aquellos que tienen necesidad.
https://es.wikipedia.org/wiki/Misericordia
Castellón, 16 de noviembre.
La Congregación para la Doctrina de la Fe publicó hace unas semanas la Instrucción Ad resurgendum cum Christo, acerca de la sepultura de los difuntos y la conservación de las cenizas en caso de cremación.
La publicación de la Instrucción nos brinda una estupenda oportunidad para reunir a los consejos, grupos parroquiales, etc., y darles una catequesis sobre lo que la fe nos dice acerca de la muerte y de la resurrección. Es un tema que afecta a todas las familias de nuestra Diócesis, y una explicación autorizada de este punto de nuestra fe y de lo que indica la Instrucción, será muy conveniente. Por tanto, os ruego que así hagáis en los próximos días en todas las parroquias.
Celebraremos la Fiesta del Corpus, el Sábado 6 de Junio de 2015 a las 19h. en la Concatedral de Santa María de Castellón.
Fortalezcan sus corazones (St 5,8)
Francisco recuerda en su mensaje para la Cuaresma que para la Iglesia este es un período de conversión. Advierte contra el peligro de la indiferencia que acecha a quienes viven materialmente bien y propone una solución: educar el corazón en misericordia. "Un corazón pobre que conoce sus propias miserias y se gasta por el otro”
Leer más: Mensaje del Santo Padre Francisco para la Cuaresma 2015
Todos los Viernes de Cuaresma tendremos el rezo del Via Crucis a las 18:45h. en la Iglesia.
El Vía Crucis o Camino a la Cruz es una de las más antiguas devociones practicadas por los Católicos en todo el mundo. Consiste en acompañar a Jesús en su Pasión y Muerte, en sus horas finales, repasando 14 momentos (las 14 Estaciones del Vía Crucis) desde que fue condenado a muerte hasta su sepultura.
Más recientemente a veces se suele agregar una nueva 15ª Estación: la Resurrección del Señor, en consideración a que si Cristo no resucitó, vana sería nuestra Fe (1 Cor 15, 14).
El Vía Crucis se reza de pie, y en algunos momentos de rodillas. Debe hacerse caminando, deteniéndose en cada estación, para recordar el camino de Jesús al Calvario. Es por eso que las imágenes de la representación del Vía Crucis están en la pared, alrededor del templo. Si se reza en casa, ayuda tener en la mano imágenes de la Pasión y Muerte del Señor, para que puedas recordar e imaginar su dolor.
Este miércoles 18 de febrero, comenzamos la cuaresma. En todas las misas se impondrá la ceniza y a las 17:30h tendremos una celebración para todos los niños y jóvenes de la parroquia.
-El ayuno y la abstinencia: El miércoles de ceniza y el viernes santo son días de ayuno y abstinencia. La abstinencia obliga a partir de los 14 años y el ayuno de los 18 hasta los 59 años. El ayuno consiste hacer una sola comida fuerte al día y la abstinencia es no comer carne. Este es un modo de pedirle perdón a Dios por haberlo ofendido y decirle que queremos cambiar de vida para agradarlo siempre.
Fomentar la conversión del corazón, especialmente durante este tiempo
Comienza la Cuaresma, tiempo de penitencia y de renovación interior para preparar la Pascua del Señor. La liturgia de la Iglesia nos invita sin cesar a purificar nuestra alma y a recomenzar de nuevo.
Dice el Señor Todopoderoso: Convertíos a mí de todo corazón: con ayuno, con llanto, con luto. Rasgad los corazones, no las vestiduras, convertíos al Señor Dios nuestro, porque es compasivo y misericordioso..., leemos en la Primera lectura de la Misa de hoy. Y, en el momento de la imposición de la ceniza sobre nuestras cabezas, el sacerdote nos recuerda las palabras del Génesis, después del pecado original: Memento homo, quia pulvis es... Acuérdate, hombre, de que eres polvo y en polvo te has de convertir.
La iglesia celebra el día 2 de febrero, la jornada de Oración por la Vida Consagrada. Tenemos entre nosotros tres conventos por los que rezar de modo especial. La Consolación, El Asilo y las Carmelitas del Caminas. Ellas lo hacen a diario por todos nosotros. ¡Gracias por esa dedicación! También celebraremos la Fiesta de la Candelaria.
Querido Jesús: Si buscas niños y niñas que quieran compartir con otros niños, yo soy uno de ellos.
Si buscas niños y niñas dispuestos a ayudar a quien lo necesite, yo soy uno de ellos.
Si buscas niños y niñas que hablen de ti y de la Virgen a los demás, yo soy uno de ellos.
Si buscas niños y niñas decididos a construir un mundo mejor, yo soy uno de ellos.
Si buscas niños y niñas que recen para conseguir todo esto, escucha nuestra oración, porque yo soy uno de ellos.
Amén.
El profesor Ratzinger explicaba que el Señor no sólo viene un momento, sino que permanece y, por tanto, recibir al Señor se prolonga más allá de la Misa:
"¿Qué quiere decir recibir al Señor? Nunca se trata solamente de un proceso corporal, como cuando ingiero un trozo de pan. Por eso nunca puede tratarse aquí solo de los sucedido en un momento. Recibir a Cristo significa acceder a él, adorarlo. Por esta razón la comunión puede extenderse más allá del momento de la celebración eucarística, incluso tiene que hacerlo. A medida que la Iglesia ha profundizado más en el misterio eucarístico, ha comprendido cada vez mejor que la comunión no puede celebrarse por completo en los solos minutos destinados a la Misa. Solamente cuando la vela del Santísimo se encendió en las iglesias y el sagrario fue colocado junto al altar, germinaron simultáneamente los brotes del misterio y la plenitud del misterio eucarístico fue asumida por la Iglesia. Allí está siempre el Señor... En el edificio de la iglesia está siempre la Iglesia, porque el Señor siempre se regala, porque el misterio eucarístico permanece, y porque nosotros, al acercarnos a él, estamos incluidos continuamente en el culto de toda la Iglesia que cree, ora y ama."
A propósito de la vitalidad de la iglesia, el Cardenal Ratzinger escribía palabras con expresiones similares al Papa Francisco:
"Todos sabemos cuál es la diferencia que hay entre una iglesia impregnada por la oración y una iglesia convertida en museo. Hoy nos encontramos ante el gran peligro de que nuestras iglesias lleguen a ser museos y que suceda con ellas como con los museos: si no están cerrados son desvalijados. Ya no hay vida en ellas. La medida de la vitalidad de la iglesia, el grado de su apertura interna, se manifiesta en que puede tener sus puertas abiertas, ya que es una iglesia impregnada por la oración."